jueves, 3 de abril de 2008

Omnia: Niños hiperactivos: La revolución en casa


Los niños que sufren el llamado Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH), popularmente conocido como hiperactividad, tienen tres características esenciales: están en constante movimiento, son incapaces de centrar la atención y actúan impulsivamente.

Este trastorno psicológico constituye uno de los problemas más frecuentes en la edad escolar y afecta tanto al comportamiento y rendimiento intelectual del niño como a su adaptación familiar y social. Estos casos desgraciadamente van en aumento.

Los especialistas están tratando de encontrar una razón para este déficit y hay teorías que atribuyen la hiperactividad a una disfunción cerebral, otros lo relacionan con las toxinas del medio ambiente e incluso con la alimentación, pero en lo que todos están de acuerdo es que el ambiente familiar juega un papel clave en su desarrollo.

¿Cree tener un niño hiperactivo en casa? Pues analice a su pequeño.
Los expertos basan el diagnóstico en tres síntomas principales:
1. Actividad motora excesiva. No importa la situación en la que se encuentre, el niño hiperactivo está siempre en movimiento, por eso cuando se ve obligado a sentarse se retuerce en la silla o menea los pies.
2. Déficit de atención. El niño es incapaz de centrar la atención. Comienza algo pero nunca lo termina, porque enseguida se aburre.
3. Impulsividad. Actúa sin pensar, carece de autocontrol y necesita satisfacer inmediatamente sus impulsos.
Otro síntoma asociado es una cierta incapacidad para integrarse al grupo o relacionarse con otros niños.

Todos sabemos que los niños son activos por naturaleza, así que no necesariamente su pequeño es hiperactivo, tal vez sólo hay días que tiene energía de más.

Los hiperactivos necesitan una serie de apoyos adicionales que deberían empezar por la escuela. Y aquí radica otro de los contratiempos a los que se enfrentan los padres: ni los colegios ni la mayoría de los profesores están preparados para atenderlos. En las escuelas piden que los niños permanezcan sentados, esperen su turno, pongan atención y cumplan con una tarea, lo cual resulta difícil para los niños con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad, pues sus mentes son plenamente capaces de aprender, pero su hiperactividad y falta de atención hacen que el aprendizaje les sea difícil. Como resultado, muchos alumnos con hiperactividad repiten o abandonan los estudios.

A la espera de que se creen centros específicos para estos pequeños, lo mejor que se puede hacer es consultar con un experto y buscar alternativas que permitan al niño desarrollar sus capacidades al máximo y corregir sus “excesos”. Dele a su hijo la oportunidad de trabajar bajo la supervisión de terapeutas, de tomar clases “especiales” y procure que cada trabajo que el niño haga se divida en pequeñas “metas”.

TIPS QUE LE AYUDARAN
  • No olvide, su hijo no es el único con hiperactividad, usted tiene que usar las palabras mágicas: “paciencia, paciencia y paciencia”.
  • Acepte incondicionalmente a su hijo, sea consciente del problema.
  • Fomente un ambiente que proporcione a su hijo seguridad con un horario y lugares fijos para comer y estudiar.
  • Dele a su hijo oportunidades reales de éxito.
  • Trabaje junto con profesores y especialistas en objetivos comunes.
  • Pida a los maestros que le den a su hijo un área con pocas distracciones, pero que el niño tenga tareas que le permitan moverse y liberar el exceso de energía, como ser el encargado de borrar el pizarrón, ir por los gises, recoger los exámenes, repartir material.
FUENTE: REDACCIÓN VANGUARDIA

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